No estamos resignados a vivir en una país sin obras "de progreso", maloliente, sin servicios básicos de agua, energía eléctrica, y en muchos lugares ha oscuras en Navidad, casi abandonada. Véase en qué terminó el "país"
Vean la pataleta de este señor derechista radical con respecto al préstamo de la alcaldía con un banco venezolano y que nunca dice nada sobre los préstamos solicitados por el gobierno; y que buena parte desaparecen como por arte de magia en su periódico que sirve e papel higiénico, para limpiar la caca del chucho, para madurar frutas, etc. En anuncios publicitarios que salen a diario en ese periódico. Su argumento es el frente se opone y que el país pierde grandes obras y los compara con un taller y que el dueño pierde al no comprar equipo nuevo y ampliar sus operaciones.
Pero lo que este señor debería de decir o preguntarle a su querido presidente que después de 18 años de gobierno arenero donde están los hospitales por los cuales cada año se pide una suma muy grande para la reconstrucción de estos y hasta estas fechas no hay pero ninguno en todo el país, habla de mejores redes viales y por que no pregunta donde va a parar el dinero del impuesto de la gasolina que se llama FOVIAL (ROBO-VIAL) o el dichoso impuesto de guerra que todavía lo tiene y ya se termino la guerra y no dicen que se hace; fortalecer y mejorar la capacidad de
Vecinos masoquistas en un El Salvador abandonado.
El gobierno salvadoreño maneja sus asuntos y el dinero de los contribuyentes a puertas cerradas, sin que nadie fuera de los cabecillas del capitalismo (torogozes) sepa en qué ni cómo se roban el dinero de los préstamos. Eso sucede gracias al pacto entre tricolores, azules y verdes de no meter las narices en la podredumbre que son los ministerios manejados por los mafiosos, que más que el ministerio de haciendo son oficinas recaudadoras de fondos para la venidera campaña de miedo y para sostener sus enjambres de activistas políticos además de los militantes que no encontrarían trabajo en ningún negocio lícito.
Los millones robados servirían principalmente para la campaña de miedo; pero tendrá que pagarlos unas 4 generaciones completas de este Pueblo Salvadoreño. A esto se agrega, como han indicado tímidamente políticos, que para respaldar esos préstamos se han vendido bienes públicos como Antel, Anda, Caess, Banca Nacional, Pensiones, etcétera. Literalmente el país ha quedado en las manos de los gorilas de la argolla dorada, que harán todo a su alcance para que, cuando los salvadoreños dejen de ser masoquistas eligiendo incapaces, tampoco las cosas puedan enderezarse. Vayamos resignándonos a vivir en un país sin obras "de progreso", maloliente, sin servicios, a oscuras en Navidad, casi abandonado por un señor demagogo y altanero. Véase en qué terminó "EL SALVADOR”
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